Las trabajadoras de la limpieza Carmen y Covadonga llevan 5 años en el Palacio de Camposagrado, una de las sedes de la Escuela Superior de Artes del Principado de Asturias, ESAPA, trabajando para diferentes subcontratas, rotándose de una a otra.
Tras pasar por contratos anuales con ISS y Lacera, en marzo de 2009 firmaron un contrato de 2 años con ATINAR, una empresa de Navia, que a finales de ese mismo año se declara en quiebra, dejando sin pagar ni proporcionar materiales desde noviembre a las dos trabajadoras.
Ante este contrato mercantil con ATINAR existe un aval hasta marzo de este mismo año pudiendo con él renumerar a las compañeras. Ya en verano hubo problemas, pues no se les ingresó el salario del mes de agosto. Ellas se encargaban del piso inferior, planta baja y primer piso, mientras que otras dos trabajadoras del Principado se encargan únicamente de la planta superior, teniendo el doble de horas de trabajo.
Pese a las buenas palabras que lograron extraer de la empresa, tras mucho tiempo intentando contactar con ella, siguen en la misma situación, sin cobrar ni un solo duro desde noviembre.
Entre tanto, el Principado no rescinde el contrato con la empresa, y sigue pagando a una empresa que ya no existe.
Las dos trabajadoras tienen el juicio con FOGASA (fondo de garantía salarial), para intentar que se les abone lo que se les debe, aunque sólo podría ser un 60 %, sin llegar a los 4000 euros que ya a día de hoy se les debe.
Siendo optimistas, recibirían el dinero a finales de 2010, pasando más de un año sin meter ni un duro en casa, ni del paro ni de la empresa.
¿Carmen y Covadonga se van a quedar todo el verano viniendo a Camposagrado sin cobrar y sin tener materiales de limpieza?
La solidaridad se empezó a articular de mano del profesorado y los estudiantes, con una primera concentración delante de la Escuela a la que acudió la prensa, y que dio alas a las legítimas reivindicaciones de las compañeras.
Sin embargo, cuando su sindicato y ellas mismas se fueron a encerrar en el centro a modo de protesta, la dirección hizo que la policía desalojara el centro y frustrara de esta manera esta forma de protesta.Cabe destacar que las dos compañeras siguieron trabajando sin cobrar hasta que se les acabaron los materiales de limpieza, siendo a partir de aquí cuando de verdad empezamos a notar la presencia del problema.
De manera autoritaria la dirección las instó a limpiar, pese a que no se les hubiera solucionado su problema laboral, siendo los materiales de limpieza proporcionados por las otras dos limpiadoras que se encargan de la última planta y que pertenecen al Principado.
Esta situación no puede volver a repetirse, no debemos tolerar que esclavicen a los trabajadores de nuestro centro, y debemos luchar porque se les pague el salario íntegro que se les debe, así como la integración normal en la nueva subcontrata que vaya a entrar.
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