2 de septiembre de 2010

Bloody Mallory


Mi primera película en el Ciclo Cinematográfico "Peor...¡Imposible!". Tendría muchos adjetivos con los cuales poder definirla, pero me quedo con el de DELIRANTE. Sólo su sinopsis os dejará sin habla:

Se han llevado al Papa, ¡al Santísimo Padre! Esfumado, raptado en las mismísimas narices de los guardias del cuerpo, impotentes... ¿Qué hacer? Enviar a la tropa, declarar el es-tado de urgencia a escala planetaria. Sólo se puede hacer una cosa: para los casos de mayor peligro, un agente muy especial. Bloody Mallory (Olivia Bonamy) es "el hombre" de esta historia. La "crème de la crème" de una organización muy efi-caz del Servicio Secreto. Ella golpe fuerte, desenvaina sin piedad, llena de plomo con maldad, hace picadillo concienzudamente. So-bre todo a los demonios, diablesas y otros muertos vivientes poco agraciados, y todo desde el traumático día de su boda. Ese día, la novia iba de rojo, totalmente embadurnada de la sangre de su ya ex. Un demonio, justamente. Desde entonces Bloody Mallory dirige su propia cruzada contra todos los demonios que han sido vomita-dos por el infierno. Acompañada por un drag queen experta en ex-plosivos y de una adolescente telépata cuyo espíritu vagabundea de un cuerpo a otro, Mallory franquea la puerta del otro mundo. Una puerta al infieno donde ella se crea un nuevo aliado, uno de los guardianes del cuerpo encargado de la protección del Padre Santo. Un cura de impacto, que, por otra parte, no es insensible a la proxi-midad de sus encantos. Bloody Mallory penetra sin dudar en la pri-sión papal, un laberinto de galerías llenas de trampas, eficiente-mente guardada por maléficas criaturas. Y éste no es el fin de to-das las sorpresas que le esperan...

Un guión excepcional, desde un "a un hombre a punto de morir no se le puede negar su última voluntad", "siempre hay que chupar para llegar a algo", "¿hace falta usar pintalabios para pertenecer a este equipo?", una drag queen que de vez en cuando le da por meter coletillas en inglés, como cuando está rodeada de vampiros a punto de ser sacrificada y grita un solemne "helpe me, somebody help me", un cura que es capaz de leer una profecía en latín esotérico (ni idea de si realmente existe ese tipo de latín) donde un párrafo de unas 5 líneas son capaces de hacer una historia de varias páginas, una heroína capaz de destruir dicha profecía escrita en un papiro sagrado comiéndoselo... en fin, sin desperdicio. Os dejo el trailer y a ver si os animáis a hacer vuestra propia sesión de serie B en vuestra casa. 



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