La primera patente de código de barras fue registrada en octubre de 1952 (US Patent #2,612,994) por los inventores Joseph Woodland, Jordin Johanson y Bernard Silver en Estados Unidos.
Para no entorpecer la imagen del producto y sus mensajes promocionales, se recomienda imprimir el código de barras en lugares discretos tales como los laterales o la parte trasera del envase.
En Japón, surge una tendencia en la que se aprovecha el código de barras para desarrollar la creatividad. Algo que parece tan simple, no se le había ocurrido a nadie hasta ese momento.
Los productos comenzaron a llevar originales códigos de barras en los que se juega con las líneas integrándolas en una imagen relacionada con el producto.
(Click para ampliar)
En España, poco a poco (para variar...) nos vamos introduciendo en esta corriente. Hasta ahora, he visto ejemplos en la leche de "Mercadona", las cajetillas de "Lucky Strike" (de las que hablaremos extensamente en otro momento, pues últimamente le están dando mucha importancia al diseño) y ayer, cenando, me llevé una grata sorpresa al ver el código en una botella de agua. De Fuensanta, creo (empresa que últimamente también le da mucha importancia al diseño en sus productos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario